Belleza perdida

Era muy bella,

Tan bella como una diosa.

Andaba de una manera sinuosa,

Más que andar, parecía que flotaba,

Todos lo que pasaban

Volvían la cabeza para mirarla.

Ella lo sabía…,

Sabía que era hermosa,

Tan hermosa creía que era

Que se miraba al espejo,

Y contemplando su cuerpo

Se decía ¡soy hermosa,

Tengo una figura grandiosa!.

Su cuerpo era solo su fachada,

Tenía el corazón frío como el hielo

Duro como una piedra,

Y negro como el carbón,

El amor no podía encontrar

Un rincón por el que entrar en su corazón.

Creía que siempre sería tan bella,

Pero no sabía que el tiempo

Estropea hasta a las que más bellas se creen.

El tiempo pasó…,

Rápidamente, como siempre.

En su cara aparecieron las primeras arrugas,

Su cuerpo se fue ajando

Como si fuese una flor que se esta deshojando.

Cuando quiso buscar el amor

Su corazón lo rechazó.

Seguía tan frío, duro y negro

Como cuando lo cubría

Su belleza.

Con su orgullo y su egolatría

Perdió el camino de la vida.

Se quedó sola…,

Lloraba de dolor,

No podía creer que con su belleza

Se hubiese quedado sola en la tierra.

Pero así fue, sola se quedó,

Y con la soledad su vida compartió.

Dicen que un día la encontraron

En su cama, como dormida,

Abrazada a una almohada

Como si fuese el amor del que siempre careció.

Sola y triste murió

Por despreciar a todos,

Con su orgullo,

Que fue lo que a la tierra la acompañó.

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