De
mujer a mujer,
No
sé ni os ha pasado
A
alguna de vosotras
Que
tras haberos acicalado
Y
haberos puesto hermosa,
No
para los demás
Sino
para vosotras mismas
Por
eso de la autoestima,
Las
miradas que atraíais
No
eran precisamente masculinas,
Eran
de otras mujeres
Que
os miraban de arriba abajo
Y
de abajo arriba,
Como
la que examina
Y
luego pone una nota
Según
le parezca lo que ve,
Esa
mirada escudriña,
No
es una mirada muy fina,
Más
bien descarada
Por
lo directa y grosera.
La
mirada masculina
Es
otra cosa bien distinta
No
se fija en el conjunto
Sino
en determinados puntos,
Como
el escote, los ojos,
Las
piernas, el culito,
Si
lo tienes bajo o subidito,
Esa
mirada no escudriña
El
conjunto de la mujer
No
la examina…,
Solo
mira lo que le interesa.
En
el momento en que pasas
Suele
volver la cabeza,
Aunque
tú no te das cuenta,
Te
echa una miradita
Y,
si se tercia, un piropo,
Que
es cosa bien bonita
Si
éste es fino y hermoso.