Ahora hace ocho años,
El año dos mil diez,
Fue un año nefasto y cruel.
En marzo, perdí a una buena amiga
Con la que viví mucha felicidad
A la que no olvidaré jamás,
Porque se llevó con ella
Parte de mi alegría
Y me dejó en el corazón una gran herida.
En septiembre perdí un cuñado,
Hermano de mi marido,
Que nos dejó un gran vacío,
Que nunca podremos olvidar
Porque lo queríamos
Como nunca podíamos imaginar.
Estos dos seres queridos
Se los llevó esa enfermedad
Que nos da miedo nombrar.
Esa para la que a pesar de los adelantos,
Y de todo lo que se avanza en la actualidad
No se ha encontrado nada que la pueda curar.
Entonces parecía que esta enfermedad
Estaba mostrando nuevamente las garras
En el entorno familiar.
Pedía a Dios que con los medios actuales
Se pudiera frenar su avance,
Que
pudiéramos disfrutar
De esta persona a la que queremos tanto,
Que la dejara a nuestro lado por muchos años,
Para continuar viviendo con ella,
Como hasta ahora…,
Muchos momentos de felicidad,
Afortunadamente Dios me oyó
Y como un milagro ocurrió,
Esa persona tan querida
Continuó entre nosotros
Cinco años más sin rastro de la enfermedad,
Pero, volvió otra vez a resurgir
Con toda su crueldad,
Parece que nos la quiere arrebatar
Como hizo con los otros dos seres
A los que tanto quería
Espero que la deje junto a nosotros
Y no se la lleve como se llevó
A los otros tan cruelmente,
Pero es esperanza vana
Está muy mal,
Tan mal que pienso
Que esa maldita enfermedad
Se la llevará.