El poeta

Era un poeta que escribía sin pretensiones

Solo por afición, o canciones,

Desconocía lo magnificas que eran sus poesías

Que llegaban al alma de todos los que la leían,

Si eran de amor, los enamoraba,

Si eran tristes, los entristecía,

Si eran alegres, los alegraba,

Y así, cuando escribía, lo hacía

Sin conocimiento de las reacciones

Que sus poesías causaban en los demás.

He oído decir que el poeta

Es el ingeniero del alma, y, puede que sea así,

Porque con sus letras la transforma

La impregna con los temas

De los que sus versos tratan,

Les llega muy dentro

A los que los están leyendo, y,

Así continúan, hasta

Llegar al final de la poesía

Que tan gratamente leían.

Así, éste poeta que escribía sin pretensiones,

Llegaba a todos los corazones  y

Al alma de los que lo leían,

Sin saberlo, escribía grandes poesías,

Que, llegaban dentro, muy dentro,

De los que con ellas se deleitaban.