Un día de mi santo,
De los pocos años que salimos juntos
Me regalaste una orquídea,
Venía, en una caja transparente metida,
Fue mi mejor regalo,
El del amor que tú sentías por mí.
Esa orquídea fue languideciendo
Muy lentamente…, parecía que gemía,
Mientras languidecía.
Esos gemidos eran el aviso
De que tu amor no sería duradero,
Yo los oía y me estremecía.
Pero cuando la orquídea
Al fin languideció del todo,
Comprendí que sus gemidos
Anunciaban el final de nuestro amor,
Porque cuando la orquídea totalmente languideció
Con ella, murió nuestro amor