Un buen acto

Tenemos que pensar siempre, al levantarnos por la mañana, en hacer un buen acto en el día, ya sea a un familiar o a un extraño, a un amigo o a un enemigo, no importa a quien sea, lo que importa es el acto, sea grande o pequeño, al fin y al cabo, lo importante es hacerlo y hacerlo bien, para hacer feliz a los demás y nosotros encontrar la paz y la felicidad, la satisfacción de haberlos ayudado y sentirnos mejor con nosotros mismos al hacer el acto que nos hemos propuesto y que hemos cumplido con plena alegría.

Un día, iba con mi mascota, se llama Zoe, la veis en esta entrada, cuando tenía solo cuatro meses, por la calle, paseando con ella tranquilamente, una pareja estaba angustiada, mirando las heces de su perro en la acera, los miré, les ofrecí una bolsa para las heces poder retirar, la aceptaron con mucha felicidad, y las retiraron, yo me sentí muy feliz, había hecho mi buen acto que al levantarme me había propuesto, pequeño y sencillo, pero había resuelto un problema a la pareja que me encontré por ella, que pudo retirarlas y se fueron tranquilos, yo me quede muy satisfecha de haber mi acto cumplido.

Por eso debemos proponernos siempre hace un buen acto cada día, no importa a quien ni cuando, ni que sea grande o pequeño, ni importante o sencillo, solo importa que solucione el problema de la persona a la que se lo hagamos, que le demos la felicidad con él, que nosotros nos sintamos felices también y satisfechos de haber cumplido el buen acto que nos propusimos al levantarnos, ello hará que la paz en nuestro interior sintamos y que muy satisfecho nos encontramos de haber cumplido lo que nos hemos propuesto.

Así conseguiremos que nuestra vida este plena y llena, feliz y satisfecha, y siempre estaremos felices y contentos, ese será nuestro premio al buen acto que nos habíamos propuesto y que hemos cumplido con alegría.