Un día de mi santo,
De los pocos años que salimos juntos
Me regalaste una orquídea,
Venía, en una caja transparente metida,
Fue mi mejor regalo,
El del amor que tú sentías por mí.
Esa orquídea fue languideciendo
Muy lentamente…, parecía que gemía,
Mientras languidecía.
Esos gemidos eran el aviso
De que tu amor no sería duradero,
Yo los oía y me estremecía.
Pero cuando la orquídea
Al fin languideció del todo,
Comprendí que sus gemidos
Anunciaban el final de nuestro amor,
Porque cuando la orquídea totalmente languideció
Con ella, murió nuestro amor.
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ResponderEliminar(ñ_ñ)
la flor se marchitó como su amor¡¡¡
animo¡¡¡
siempre sigue habiendo nuevas flores¡¡
besitos mortales¡¡¡
Hay cosas tan bellas, tan bellas, que son tremendamente frágiles y parecen destinadas a durar poco, como en el caso de tu orquídea y el amor que la acompañaba. Pero lo mejor es la enseñanza que podemos extraer de todo esto, y es que independientemente de lo que duren las cosas, tenemos que sentirnos afortunados de poder vivir y disfrutar de lo bello que nos ofrece la vida, y esta, quizás, es la mejor forma de conservar eternamente lo que nos conmueve: llevando el recuerdo en nuestro interior con infinita gratitud y alegría.
ResponderEliminarUN ABRAZOTE, GUAPA.
Mi querida Demofila, casi se me escapa una lágrima, conservo una orquídea marchita entre las hojas de un libro "Rimas y leyendas de Bécquer"...
ResponderEliminarEn mi corazón donde guardo los tesoros más hermosos de la vida, también está ese amor, como dice la canción: es mejor querer y después perder que nunca haber querido.
Un abrazo
te aseguro que lás más bonitas flores están siempre radiantes en el jardín de tu corazón.
ResponderEliminarTienes alma de buena jardinera.
Un saludo.
Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquello que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer.
ResponderEliminarPaulo Coelho
Pero que nunca sea por no regarla y cuidarla...
ResponderEliminarUn besito.
Mi querida amiga disculpa mis ausencias he estado un poco retirada por causas personles disculpame.Hoy nos traes una historia algo triste pero eso no deja de hacerla bella. Lo mejor de todo es que cuando una flor muere otra renacee incluso puede llegar a ser mas bella si cabe. Un beso grande amiga
ResponderEliminarQue triste que pasara esto en tu poesia, espero qeu sea eso solo poesia no real....guardo la primera rosa roja que me regalo mi amorcito esta en un libro y para mi es una reliquia fijate que ya no esto con el pero siempre la guardare porque fue un tiempo maravilloso en el cual los dos estamos muy enamorados.
ResponderEliminarcon cariño
Mari
Suerte que hay todavía gente que regala orquídeas. Lo importante no es cuanto dura un amor, sino vivirlo intensamente mientras dure.
ResponderEliminarJosé María
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDivino cielo que lindas palabras siempre habra una flor nueva esperando
ResponderEliminarun beso
Quizás no escogió la flor más perfecta para su durabilidad, pero también es cierto que el amor necesita de que, todos los días, la planta sea regada en su justa medida.
ResponderEliminarUn besazo, ciudadana
Bonita y triste historia...y real, tarde o temprano todas las flores acaban marchitándose.
ResponderEliminarEnhorabuena y besos.
lo importante es la intensidad con que se viva,no?????????
ResponderEliminarpreciosa entrada..
besosss
Mnadame tu correo lo necesito solo tienes que escribirme al mio. Beso grande amiga
ResponderEliminarHola Demofila, hoy te he devuelvo la visita, primero gracias por tu comentario, siempre son de agradecer, a mi me gusta comentar lo que leo, aunque a veces me quedo sin tiempo para tantas cosas.
ResponderEliminarSi me permites, me hare un sitio entre tus muchos seguidores, ya que tienes un blog de esos que me traen recuerdos de otra etapa, y es que la vida va por etapas.
Recuerdo de esa flor marchita regalada una tarde de verano y que permanece en una caja con un hermoso lazo azul, esta marchita, ha perdido el aroma, igual que aquel amor que me la entrego, sin embargo, la miro con cariño, por que en cierto momento, lleno mi vida de ilusión, el dolor, ya lo he olvidado.
Un besito amiga
oH! Un poema triste de desamor, pero a la vez bonito porque escribes con mucho sentimiento.
ResponderEliminarEspero que todo te vaya bien.
Un abrazo!
hace poco he comprado una orquidea amarilla. Ahor esta muerta. Pero me dicen que la proteja, porque volverá a nacer.
ResponderEliminarParece una siumbología del amor, o de los sentimientos del ser humano, no siempre es matematico, la vida gira, sube y baja.
Me ha encantado esta metafora.
Saludos. ¡
Me encantan las orquideas y Machin. La canción que has elegido es una de las que él bordaba. Te ha quedado un poema muy bonito, al final, voy a volver a aficionarme a la poesia por tí. Ahhh, mis orquideas vuelven a tener flores. (es como un milagro)
ResponderEliminarBello y triste poema...
ResponderEliminarTe regalo una planta con su bella flor, en tierra fertil, para que dure el tiempo que quieras, mientras la cuides con tu amor.
Muxus amiga.