Estaba abstraída, metida en sus pensamientos,
No sabía lo que pasaba, su mente estaba ajena
A todo lo que le rodeaba, pero, de pronto,
Cuando con sus ojos recorrió la habitación
En la que se encontraba,
Se dio cuenta, de que no estaba sola,
Estaba acompañada…,
Había mucha gente que hablaba, de sus cosas,
A ella no le interesaban.
Cuando levantó su mirada, contempló un bulto
Que cubierto de flores estaba,
Se levantó lentamente, se fue hacía el bulto,
Lo miró, lo rodeó, y de pronto se dio cuenta,
De que debajo de esas flores,
Había una caja negra.
Y entonces, con gran tristeza, se acordó
De que en esa caja, tan negra y fría,
Estaba su amor.
Su amor se había ido para siempre,
La tristeza que sintió fue inmensa,
Le pidió al Cielo, ¡por favor!,
¡Llévame cuanto antes con mi amor,
No quiero estar sola el resto de mi vida!,
¡No quiero esperar mucho,
Llévame cuanto antes a reunirme con él!.
No podía soportar tanto dolor,
Su corazón había muerto con él,
Y con él ansiaba reunirse,
Cuando el Cielo le concediera
La petición que le había hecho.
Su corazón estaba triste,
Su alma lo llamaba,
Él no le contestaba.
¿Cuánto tiempo he de sufrir tu ausencia?,
¡Contéstame, por favor!,
Espero con ansía el momento
En que el Cielo me llame
Para reunirme contigo
Y así me dé la eterna felicidad.