Veleta

Eres como una veleta

Que te mueves

Según sopla el viento

En cada momento.

Eres bella y lo sabes,

Por tu prepotencia,

Por tus andares,

Por tu forma de mirar

Encima de los hombros

Como despreciando

Al que estas mirando,

Todo eso lo pagarás

Algún día será,

Ha de llegar el momento

En el que te arrepentirás

De todo lo que has hecho

Aunque te creas con derecho

A hacerlo.

Tu hermosura se irá,

Con los años pasará,

Te darás cuenta

Cuando te mires en un espejo

Y  veas las primeras arrugas,

Ya no serás prepotente,

Ni despreciativa,

Muy sola te verás

Volverás la cara atrás

Y verás…,

Que has perdido oportunidades

Despreciando, con tus desmanes,

A todos los que te querían

Pero la  vida no da marcha atrás,

Anda para adelante

Muy de prisa, mejor dicho,

Vuela, ya no tendrá remedio,

Lo pasado, pasado está,

Y, así, para siempre,

Sola estarás, a pesar,

De la belleza que antes tenías

De la que tanto presumías,

Que de nada te ha servido

Para alcanzar la felicidad

Por tu actitud despreciativa y fría.

Lo que la vida te da...

Lo que la vida te da

La misma vida te lo quita,

Te da la felicidad

Y cuando menos  te lo esperas

Te la arrebata sin más.

La vida te da el amor

Te lo pone en tu camino,

Tal como te lo puso

Lo aparta cuando le place,

Ella dice que es el destino,

Pero no es cierto,

La vida manda en él,

Y, a veces, es muy cruel.

Dicen que la mejor maestra

Es la vida…, y lo es,

Nos enseña con alegrías y sufrimientos,

¿Cómo no vamos a aprender?,

Son muchos años aprendiendo.

Pasan y pasan los años

Y mucho más vamos sabiendo,

Es la experiencia que nos da

Los años que aquí estamos,

Que cuando llega el final

Con nosotros nos llevamos.

Despiértame

Despiértame, porque desde que te fuiste

Estoy muerta, me dejaste muerta.

Mi cuerpo está muerto desde que no lo acaricias

Con tus manos, ni lo rozas con tus dedos

Por todos sus rincones, hasta llegar

Al último de ellos.

Despiértame, porque desde que me dejaste

No te he podido olvidar, tu rostro no se borra de mi mente.

Mi mente solo ve tus bellos ojos verdes,

Tu rostro hermoso, tus labios abiertos

Abiertos para darme un beso,

Acércate a los míos

Y dámelo.

Despiértame, porque desde que me olvidaste

Yo no he podido hacerlo,

No he podido arrancarte de mi corazón.

Mi corazón no puede deshacerse de ti,

Porque le has hecho mucho daño,

Lo has partido en mil pedazos,

Ya no puedes arreglarlo, no tiene consuelo,

Mi alma llora tu ausencia,

Ven, y consuela mi alma,

Porque si no vienes,

Mi alma morirá,

Ven, y sálvala.

Despiértame, por favor, despiértame,

Mi amor, te daré lo que tú quieras,

Te daré todo mi amor,

El amor que nunca has soñado,

Te lo daré…,

Si vuelves, y me despiertas,

Si vuelves, y me das tu amor,

Te compensaré con el mío,

Y seremos tan felices,

Que nadie será tan feliz.

Como nosotros seremos

Cariño mío.

En la madruga

En la madruga, cuando te desvelas,

En el silencio de la noche,

Todos tus fantasmas se vienen a tu mente,

Los del pasado y los del presente.

Unos más borrosos y otros con más nitidez

Dependiendo de…,

Lo que hayan representado en tu vida,

Si eran para ti más o menos importantes.

Te rodean, los percibe, a tu alrededor,

Sientes su aliento frío, lo sientes

En tu cuerpo, te llega su aliento,

No los ves, pero están ahí

Detrás de ti, vigilándote,

Son los reyes de la noche,

En la que impera su ley,

Esperan a que te desveles

Para rodearte e  imponerse

En esa noche de insomnio

En la que estás solo,

Y no puedes dormir

Y ellos aprovechan estas circunstancias

Para rodearte e imponerse a ti.

Los fantasmas desaparecen

Al amanecer, cuando la luna se esconde

Y el sol sale por levante,

Pierden su fuerza con la luz,

Como les pasa a los vampiros,

Aunque no son como ellos,

No hacen daño ni matan,

Solo te rodean y te vigilan,

Y, así, al amanecer,

Todos se esfuman

Como si fuesen de humo,

A esperar otra madruga

Con otros desvelados

A los que importunar.

Tarde otoñal en la playa

Mirando el mar,

En una tarde otoñal,

Con los píes mojados

Metidos en el agua, en la orilla,

Contemplando el horizonte,

Allá, a lo lejos,

Donde parece que el mar

Y el cielo se unen

Con sus bellos colores,

Pensaba en lo maravillosa

Que es la naturaleza

Al tener cosas tan hermosas.

El mar estaba calmo y transparente

Se veían la arena, las piedras y los peces,

Quería bañarme, pero no me atrevía,

Por no romper su armonía

Con el torpe movimiento de mi cuerpo,

Me decidí a hacerlo…,

Sus aguas me acariciaron

Como la mano del hombre

Jamás podrá hacerlo,

Sintiendo sus caricias

Me transponía…,

Me sentía en otra galaxia,

Tan suaves eran

Que casi nos las sentía.

No quería salirme de esas aguas

Pero tuve que hacerlo,

La noche llegaba

Y el frío me atenazaba,

Cuando salí sentí un escalofrío

Que recorrió mi cuerpo,

Era la alegría que había sentido

En ellas, cuando me acariciaban

Con una suavidad jamás soñada.

cómo te lo digo...

Cómo te digo…,

Que el primer amor es el más bonito

Pero raramente dura toda la vida

Y casi nunca es el definitivo.

Cómo te digo…,

Que el primer amor da mucha felicidad

Que siempre guardarás en un rincón de tu corazón,

Que es un amor que nunca podrás olvidar

Porque dejará en ti un huella que no podrás borrar.

Cómo te digo…,

Que el primer amor abre el camino para los demás

Pero éstos nunca podrán reemplazarlo,

La felicidad que te da el primero

No te la dará ningún otro.

Cómo te digo…,

Que el primer amor es irreemplazable porque es más fuerte

Y fue de nuestra vida el más sincero,

Aunque no llegamos al final de ella con él

Que tanta felicidad nos dio.

Ha llegado el otoño

Ya ha llegado el otoño

Con su días más cortos,

La gente con más desgana,

Las  tardes son más grises

Y la tristeza nos gana.

Las nubes se otean por el horizonte,

Grises, negras…,

Formando diversas figuras,

Traen la lluvia que acompaña

A esta estación del año,

Unas veces suave, otras fuerte

Y, otras, torrenciales.

A veces las acompaña el viento

Formando fuertes tormentas

Con rayos y truenos…,

Tan fuertes, tan fuertes,

Que dan mucho miedo.

A su paso dejan mucho daño,

Árboles caídos, muros derrumbados,

Casas invadidas por las aguas,

Tantos, que si nos pusiéramos a

Enumerarlos, no acabaríamos

Nunca de contarlos.

No todo es malo en el otoño,

También tiene días bellos

Y hay que disfrutarlos,

Es una estación bonita,

Puedes caminar o tomarte un café

En una terraza mirando el mar,

Quedarte en casita tranquila

Al calor del hogar asomada al balcón

Viendo a la gente como viene y va,

Por las calles de la ciudad.

El otoño es la antesala del invierno,

Cuando éste pase llegará

Y el frío aumentará, también

Las nubes y las lluvias,

Pero tras él vendrá la alegría

De la primavera con sus colores

Sus días largos y alegres

Y sus flores con sus diversos olores.